efecto de sonido en el ser humano   Leave a comment

  • Hasta ahora hemos hablado de sonidos; pero, ¿los ruidos son sonidos?
    Claro que sí; aunque sean desagradables a nuestros oídos, los ruidos se producen por las mismas causas que las más delicadas notas musicales. Pero la diferencia está en lo siguiente; cuando nuestro oído recibe una nota musical, ha captado un conjunto de ondas regulares, mientras que al percibir un ruido, recibe ondas que son irregulares.

    No sabemos por qué ha de considerarse como cosa agradable el efecto producido en el oído por las ondas regulares y como cosa desagradable el producido por las ondas irregulares; si bien parece natural que una serie continua y regular de impulsos, con tal que no sean demasiado fuertes, haya de impresionar de un modo agradable las células nerviosas del cerebro en las que reside la facultad de oír. Su objeto, en efecto, es recibir impulsos; y para todo ser viviente, el ejercer una función, hallándose en condiciones de perfecta salud, resulta siempre agradable. Podemos, por otra parte, hacernos cargo del motivo por el cual ha de serles desagradable a las células nerviosas recibir impulsos de ondas revueltas, desordenadas y sin ritmo alguno, las cuales, es de presumir, son capaces de desarreglar, dislocando, por decirlo así, el mecanismo de dichas células. La diferencia entre el sonido y el ruido puedo compararse adecuadamente a la que existe entre mecer un niño pequeño y sacudirlo. La sensación que experimenta el cuerpo al ser mecido con regularidad es calmante y placentera, en tanto que la producida por una serie de sacudidas es sumamente irritante. Estos dos casos nos dan una idea de lo que ha de ocurrirles a las células nerviosas: el sonido las mece y las arrulla, en tanto que el ruido las sacude y perturba.

    Poca cosa nos falta decir en lo que se refiere al ruido, pues como es debido a ondas irregulares no hay en él nada definido que sea posible estudiar; mientras que, por el contrario, es cosa de suma importancia el estudio de aquellas ondas definidas y regulares que producen los verdaderos sonidos musicales.

    molestias: La sensación de malestar procede no sólo de la interferencia con la actividad en curso o con el reposo sino también de otras sensaciones, menos definidas pero a veces muy intensas, de estar siendo perturbado

    Interferencia con la comunicación:Ante la interferencia de un ruido, se reacciona elevando el volumen de la fuente creándose así una mayor contaminación sonora sin lograr totalmente el efecto deseado.

    Daños al oído

    El efecto descrito en este apartado (pérdida de capacidad auditiva) no depende de la cualidad más o menos agradable que se atribuya al sonido percibido ni de que éste sea deseado o no. Se trata de un efecto físico que depende únicamente de la intensidad del sonido, aunque sujeto naturalmente a variaciones individuales.

    · Cansancio crónico
    · Tendencia al insomnio, con el consiguiente agravación de la situación.
    · Enfermedades cardiovasculares: hipertensión, cambios en la composición química de la sangre, isquemias cardiacas, etc. Se han mencionado aumentos de hasta el 20% o el 30% en el riesgo de ataques al corazón en personas sometidas a más de 65 decibelios en periodo diurno.
    · Trastornos del sistema inmune responsable de la respuesta a las infecciones y a los tumores.
    · Trastornos psicofísicos tales como ansiedad, manía, depresión, irritabilidad, náuseas, jaquecas, y neurosis o psicosis en personas predispuestas a ello.
    Cambios conductuales, especialmente comportamientos antisociales tales como hostilidad, intolerancia, agresividad, aislamiento social.

    fuente de consulta
    http://www.escolar.com/lecturas/ciencia/el-sonido-y-el-ruido/la-gran-diferencia-que.html

  • Publicado noviembre 28, 2010 por colbacheq14angelicaysarahi en Uncategorized

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